¿Cómo valorar el logro de Atlético, sabiendo que se trata de un torneo que atraviesa su primera edición? Es muy fácil. Primero hay que fijarse en el rival de turno (en este caso, River). Segundo, determinar cuán importante era para este rival (jugaron todos sus titulares). Tercero, al tratarse de una copa local, recordar cuántas veces en la historia del club, el equipo llegó a una instancia como la que está ahora. Aquí es donde todo se aclara: el conjunto de Ricardo Zielinski es apenas el cuarto equipo “decano” en llegar a semifinales de un torneo local, en sus 116 años de historia.
El primer antecedente data de 1960, en la Copa de Campeones. Una copa que Atlético terminaría ganando y que reclama su oficialización desde hace rato. Es que en los registros físicos de AFA en ese año, figura explícitamente. Sucede que como la jugaron equipos no afiliados directamente, no contó con el mismo aval que otras.
Aquel equipo superó a Gorriti de Jujuy, Los Andes de San Juan y Argentino de Mendoza para llegar a las semifinales, tal como lo hará ahora en la Copa de la Superliga. En esa instancia, disputó una única semifinal ante Sportivo Belgrano de San Francisco al que derrotó por 2 a 1. En la final se consagraría por penales ante El Quequén, de Tres Arroyos.
La segunda vez que alcanzó semifinales no se trató de una Copa per se, pero por la manera de disputarse no puede obviársela. Hablamos del Nacional ‘79, la “Primera” de ese entonces, que se jugaba con una temporada regular en la que Atlético terminó como líder y luego, entre los ocho mejores de todas las zonas, se armaba un cuadro de cuartos de final.
En esa instancia, Atlético superó a Instituto 6-3 en el global (eran duelos de ida y vuelta) para llegar a las benditas semifinales en las que caería 2-0 en Santa Fe, tras haber igualado 0-0 en Tucumán.
Por último, antes de lo sucedido anoche en Núñez, Atlético había conseguido llegar a semifinales en la Copa Argentina 2017. Para llegar allí, eliminó a All Boys, Independiente, Sarmiento y Vélez. En semifinales le tocó jugar con Rosario Central, al que superó por penales. En la final, caería con River. Testigo nuevamente, de otro logro histórico de Atlético.